En casa, ¡por fin!

Caminaba por la calle tranquilamente como un dia cualquiera. Estaba algo perdido por el mundo, no podía dejar de pensar en qué sería de mi pasado. ¿Quien era yo? ¿Quienes eran mis padres? ¿Tenía algun hermano? No lo sabía... Me miré la placa metálica del cuello, ahí estaba... el único objeto que me daba alguna pista sobre mi, y mi existencia. "Marcos Bennet, 24 años, Hombre, grupo sanguineo AB positivo." Eso era lo único que conocía de mi.

Entonces, me dio por mirar a un edificio, donde vi a una chica mirando por la ventana. Y luego seguí mi camino hasta el banco que había cerca y me senté. Estaba algo cabizbajo, volví a mirar mi placa... parecía que me gustaba reflexionar sobre cosas que no me llevarían a ninguna parte. De repente, vi como alguien se acercaba a mi.

Mirando por la ventana, vi como un chico pasaba, y me miró. Me sorprendí... ¡me habia visto!
Ese chico... me llamaba la curiosidad... era, diferente. Tengo que saber quien es.
Genial, otra vez hablando sin pensar... bueno, la vida, si no te arriesgas... no es una vida...
Me puse los zapatos, a toda prisa, cogí las llaves y una chaqueta, cerré la puerta y bajé corriendo hacía aquel chico. Me iba acercando, al banco donde estaba sentado... "Genial, ahora vas a hablar con un desconocido, ¿que le dirás? : Hola, estaba espiando a la gente desde mi ventana, y me has llamado la atención." Bueno... verdad es.

Mirando mi placa, noté que había una sombra. Entonces miré hacia arriba y vi a una chica. Extrañado de que estuviese tan cerca y sin saber que es lo que quería, le pregunte. Em, ¿quieres sentarte o..? algo confuso por ese repentino acercamiento.

-Me sentaré, si...
Estaba algo avergonzada, ¿¡que habia echo?! que tontería mas grande... en fin, ya lo habia echo asi que... no podía hacer otra cosa.
-Hace una buena noche, ¿no crees? -le miré, y sonreí-

Si, supongo Dije levantando la cabeza y mirando al cielo. Hay muchas estrellas. añadí. Después la miré. ¿Como te llamas? Le pregunté.

Solté mi placa y me agarré las rodillas con las manos apoyando la espalda en el banco.

-Susan. Me llamo Susan. ¿Y tu? - le miré, sonriendo, contemplandolo-
-¿Te pasa algo? -pregunté, arqueando una ceja-

Pues yo me llamo Marcos. Encantado. Dije mirandola. Tenía unos ojos muy bonitos y el rimel se los hacía aún mas bellos. Eh, no... solo estaba algo pensativo. Le comenté. Es de estas veces que estas cansado de estar siempre encerrado en casa, y decides salir, pero no sabes para que ni por que. Le dije mirandola. ¿Y tu, por qué has bajado? Le pregunté. Tu eras la de la ventana no?

Lo escuchaba, en silencio. Si, te entiendo, he vivido eso muchas veces. Me sorprendí ante la pregunta, me habia visto!
-Pues, si.. resulta que he tenido un dia de esos. Y bueno, tenia ganas de conocerte, me has llamado la atencion. Le miré, sonriendo.
-¿Sabes? Dicen que contarle tus problemas a un extraño, es genial.

"tenia ganas de conocerte, me has llamado la atencion." Me dio curiosidad esa frase. ¿Que tipo de "atención"? Quizás le había gustado, o simplemente le inspiraba confianza.

Luego me miro y dijo "¿Sabes? Dicen que contarle tus problemas a un extraño, es genial." Y me quedé algo atónito. Eh... Parecía amable, por que no contarselo? aunque tampoco quería relatarle todos mis problemas. Pues... Me quedé algo pensativo y volví a mirar mi placa. Suspiré. Bueno, realmente no hay mucho que contar... Claro, si no conocía mi pasado, no podría contarle mucho....

-¿En serio? Si quieres... puedes contarme lo que te pasa. le dije, hoy me sentia "algo" amable.
Miré su placa, ponia su nombre.. y algo mas.
-¿Me dejas mirar que pone en tu placa? Sonreí, esperando que me dijera que si.