Estaba cogiendo nota de los pedidos en una mesa, cuando el dueño entró al local pavoneandose como siempre. Hablando con algunos clientes que eran habituales y con los que muchas veces hablaba mal de nosotros. Yo me limité a suspirar y a pasar del tema, o al menos lo intenté. Fui hasta la barra para coger lo que me habían pedido y volví a la mesa con todo. no había llegado nadie más, así que aproveche para sentarme en un taburete al lado de la barra y cogí el periódico para entretenerme. entonces alguien me lo cogió y lo dejó en su sitio. Era mi jefe.
- no te pago para que estés sentado leyendo el periódico
Yo lo miré mal, me cansaba ese trato de superioridad, como si fuéramos una mierda.
- sino hay más clientes que atender no veo que hay de malo en eso
tenía la sensación que le divertía que nos rebelasemos contra él, y lo cierto es que hoy no era el día para tocarme las narices.
- Me parece que voy a tener que bajarte el sueldo...
Se rió. Yo me estaba empezando a poner de muy mal humor.
- Por cierto.. hoy vas a tener que volver a cerrar tu por la noche
Lo miré con incredulidad, no me lo podía creer. Me pagaba lo mismo un día normal que cuando me quedaba hasta las tantas de la mañana para cerrarlo. no podía estar hablando en serio.
- ¿estás bromeando, no? - Pregunté con cierta ironia y mirándolo esceptico
- no me mires con esa cara, estás bajo mis órdenes, y mientras te pague tendrás que hacer lo que yo quiera
Lo miré con una intensa expresión de odio. estaba a punto de estallar.
- ¿Pues sabes lo que te digo? DIMITO
Mi tono de voz había ascendido un poco y ahora eramos el centro de atención de todo el bar. Me quité el delantal que nos hacía llevar y lo lancé contra el suelo con muy mala hostia. De pronto todos los vasos de la barra se cayeron al suelo. Tenía que tranquilizarme un poco. Recogí mis cosas y me marché del bar de camino a mi casa. había dejado mi única fuente de ingresos, y ahora debería buscar otro trabajo con rapidez. Aunque tenía la beca que me daban todos los años por mis buenas notas, no me llegaba para vivir y pagarme los estudios. A parte no me gustaba estar con el dinero justo por si pasaba cualquier cosa. Pero ahora mismo no podía pensar en eso, estaba demasiado enfadado, había conseguido sacar lo peor de mí.